Empresas B: 3 datos que te ayudaran a entender su objetivo

Empresas B

En los últimos años, el concepto de Empresas B ha cobrado una importancia en el ámbito empresarial. Estas organizaciones se distinguen por su compromiso con la generación de un impacto positivo, tanto en la sociedad como en el medio ambiente, sin dejar de lado la sostenibilidad económica. Las «Empresas B» no solo buscan rentabilidad, sino también contribuir al bienestar general, lo que las posiciona como un modelo innovador en la economía actual.

1. ¿Qué son las Empresas B?

Las «Empresas B» son entidades que se caracterizan por cumplir con rigurosos estándares de desempeño social, ambiental y de transparencia. 

Este modelo de negocio se enfoca en equilibrar el propósito y las ganancias, abordando problemas sociales y ambientales mientras generan ingresos. Las «Empresas B» se someten a un proceso de certificación que evalúa su impacto en diversas áreas, incluyendo el tratamiento justo de los empleados, el compromiso con la comunidad, y la sostenibilidad de sus prácticas operativas. Este enfoque holístico asegura que no solo se midan los resultados financieros, sino también el impacto positivo que estas empresas tienen en el mundo.

2. Proceso de certificación

El proceso de certificación para convertirse en una «Empresa B» es riguroso y está diseñado para asegurar que las empresas cumplen con altos estándares en diversas áreas clave. Este proceso se basa en cuatro elementos fundamentales:

  1. Propósito: Las empresas deben estar motivadas por la creación de un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Este propósito debe estar claramente integrado en sus operaciones diarias y estrategias a largo plazo.
  2. Requisito Legal: Las Empresas B amplían su deber fiduciario para incluir intereses no financieros. Esto significa que los accionistas y gestores deben considerar el impacto social y ambiental de sus decisiones empresariales, además del rendimiento económico.
  3. Certificación: El proceso de certificación incluye una evaluación exhaustiva que mide el desempeño de la empresa en términos de gestión y transparencia. Las empresas certificadas se comprometen a mejorar continuamente sus estándares y prácticas.
  4. Interdependencia: Las Empresas B forman parte de una comunidad global que comparte una declaración de interdependencia, lo que refuerza la idea de que el éxito de una empresa está ligado al bienestar de todas las partes interesadas, incluidas la sociedad y el medio ambiente.

Para ser elegible para la certificación, una empresa debe cumplir con ciertos requisitos mínimos, como llevar más de 12 meses de operaciones y operar en un mercado competitivo. Además, la empresa debe estar dispuesta a cumplir con los requisitos legales específicos de las Empresas B y demostrar que puede integrar plenamente estos principios en todas las áreas de su negocio. La certificación se aplica a la empresa en su totalidad, no a divisiones o marcas individuales, lo que garantiza que el compromiso con los valores de las Empresas B sea integral y no fragmentado. Si deseas más información sobre esta certificación haz clic aquí.

3. Ejemplos de Empresas B en Colombia

En Colombia, el movimiento de las Empresas B ha ganado terreno en los últimos años, con varias empresas adoptando este modelo para combinar la rentabilidad económica con un impacto social y ambiental positivo. Un ejemplo destacado es Crepes & Waffles, una empresa que ha integrado los principios de las «Empresas B» en su operación diaria. La compañía ha sido reconocida por su enfoque en el bienestar de sus empleados, la mayoría de los cuales son mujeres jefas de hogar, y por su compromiso con prácticas sostenibles en todas las etapas de su cadena de valor. Este caso ejemplifica cómo una empresa colombiana puede no solo cumplir con los estrictos estándares de la certificación B, sino también prosperar en un mercado competitivo al incorporar valores éticos y responsables en su modelo de negocio.

Otro caso es Procafecol, la empresa detrás de la marca Juan Valdez. Esta organización ha trabajado para mejorar las condiciones de vida de los caficultores colombianos, promoviendo un comercio justo y prácticas agrícolas sostenibles. Al ser parte del movimiento de «Empresas B», Procafecol ha demostrado que es posible lograr un equilibrio entre la rentabilidad y la responsabilidad social, contribuyendo significativamente al desarrollo rural en Colombia.

El movimiento de las Empresas B representa una evolución en la manera de entender el éxito empresarial. En lugar de enfocarse en la rentabilidad económica, estas empresas están redefiniendo sus objetivos al incorporar el impacto social y ambiental como pilares fundamentales de su operación. En Colombia, este modelo está ganando relevancia, no solo como una tendencia, sino como un enfoque que permite a las organizaciones alinearse con las expectativas de sostenibilidad y responsabilidad.

Leave a Reply