Tipos de Deudas: identificalas y organizalas   

Queramos o no, las deudas son una parte importante de nuestras vidas. Estas nos ayudan a comprar cosas que de otro modo no podríamos permitirnos. Sin embargo, así como resultan beneficiosas en mejorar el nivel de vida de las personas, también pueden ser un gran problema si no se gestionan adecuadamente.

Para entender los dos tipos de deudas que existen, es necesario comprender el concepto como tal. La deuda es una cantidad de dinero que una parte debe a otra. Esta suele utilizarse para financiar grandes compras, como una casa o un carro y también para compras más pequeñas, como un televisor, un celular e incluso para realizar inversiones o pagar gastos médicos y educativos. 

Estos compromisos financieros pueden ser algo bueno si se utilizan con prudencia y se pagan a tiempo. Pero son un problema si no se utilizan con responsabilidad, llegando a provocar un daño en la puntuación crediticia, dificultando la obtención de futuros préstamos. Dicho esto, las deudas se pueden clasificar en dos:

Deudas positivas

Se definen como aquellas obligaciones justas y manejables que se utilizan para financiar inversiones que tienen el potencial de aumentar su valor con el tiempo. Por ejemplo, digamos que quieres comprar una propiedad de alquiler. Los pagos mensuales de la hipoteca serán mayores que el alquiler que cobre a los inquilinos, pero con el tiempo, la propiedad aumentará de valor mientras el saldo del préstamo se mantenga igual. Eso es una deuda positiva.

Ahora,para ser realmente positiva, la inversión debe tener un riesgo de impago relativamente bajo y ofrecer una tasa de rendimiento razonable. Por eso, las deudas positivas suelen considerarse «buenas», porque pueden ayudar a crear riqueza a largo plazo sin poner en riesgo su estabilidad financiera. Algunas obligaciones positivas son las hipotecas, los préstamos estudiantiles y los créditos para emprender o comprar un negocio.

Si bien las deudas positivas pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos financieros, es importante gestionar tus préstamos con cuidado para evitar contraer más deudas de las que puedas manejar.

Deudas Negativas

Una deuda negativa puede ser dos cosas, una compra innecesaria llevada por el deseo de consumismo o un préstamo que por alguna razón no se ha pagado de manera oportuna.

Puede ser fácil endeudarse negativamente si no se tiene cuidado. Ya sea por el uso de tarjetas de crédito, por pedir préstamos o simplemente por vivir por encima de tus posibilidades. Las deudas pueden acumularse rápidamente y resultar abrumadoras. Sin embargo, hay algunas medidas que puedes tomar para evitar endeudarte.

Una de las cosas más importantes a tener en cuenta, es vivir dentro de tus posibilidades. Esto significa gastar sólo lo que puedas permitirte y evitar las compras innecesarias. También es importante evitar el uso de tarjetas de crédito a menos de que sepas que podrás pagar el saldo rápidamente. Entiende que los préstamos sólo deben pedirse para gastos esenciales y deben saldarse lo antes posible. Siguiendo estas sencillas pautas, puedes evitar endeudarte de manera negativa y mantener tu vida financiera en orden.

Si lastimosamente ya estás endeudado y no sabes que hacer, hay tres pasos básicos que puedes seguir:

1-  Evalúa tus obligaciones financieras y desarrolla un plan para pagarlas.

2-  Una vez evaluadas, prioriza tus deudas, basándote en factores como los tipos de interés y los pagos mínimos.

3-  Si realmente te ves con mucha dificultad para pagar el préstamo, considera la posibilidad de consolidar tus compromisos económicos o negociar con tus prestamistas.

Recuerda que las deudas mal manejadas pueden tener un gran impacto en la estabilidad financiera de una persona y en su capacidad para obtener nuevos créditos. No por nada estas tienen mala fama, y por una buena razón: con demasiada frecuencia, la gente se encuentra sobrepasada, luchando por llegar a fin de mes y sintiendo que nunca saldrá adelante. Evita a toda costa endeudarte si no lo necesitas y si tus ingresos y capacidad de pago no lo permiten.

Es importante tomar conciencia ahora, para evitar problemas financieros en el futuro.