Inteligencia financiera e inversiones

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La inteligencia financiera es primordial al momento de invertir. Sin embargo, pocas veces se habla de los beneficios de coordinar el pensamiento financiero, con una óptima estrategia de inversión.

Inteligencia financiera: definición y principales diferencias con inversión

Al hablar de inteligencia financiera, nos referimos a tres puntos esenciales en el manejo del dinero: la eficiencia, la capacidad de protegerlo y la habilidad para multiplicarlo.

Este último punto puede ser similar a la inversión, porque al invertir haces que tu dinero crezca. Sin embargo, hay una diferencia central: mientras que un inversionista es un profesional de riesgo, una persona inteligente no quiere estar asumiendo riesgos constantes, sino que puede preferir inversiones seguras

Esto es porque su objetivo no es solo triunfar como inversionista (lo que muchas veces le puede llevar a sufrir múltiples pérdidas antes de dar con la inversión correcta), sino simplemente tener activos que le den rentas. 

Características de la inteligencia financiera

Características Centrales de la Inteligencia Financiera
Atribución: Foto de Pixabay en Pexels, bajo una licencia CCO.

Como dijimos, la eficiencia, la capacidad de proteger el dinero y la habilidad de multiplicar los recursos son los pilares de la inteligencia financiera. Revisemos cada concepto, a continuación: 

Eficiencia. La eficiencia busca hacer las cosas de forma correcta, pero utilizando la menor cantidad de recursos y tiempo. En el caso del dinero, la inteligencia financiera nos lleva a un manejo seguro del mismo, permitiéndonos alcanzar nuestros objetivos al menor costo posible. 

Capacidad de protección. El dinero en sí mismo no es seguro. Son múltiples los factores que pueden afectar su valor real: la inflación, las devaluaciones decretadas por los gobiernos, el aumento o disminución de las tasas de interés, las recesiones y las crisis.  Por todo esto, un rasgo de la inteligencia financiera consiste en saber cómo proteger nuestro dinero de los vaivenes de la economía y la inflación constante.

Habilidad para multiplicarlo. Tener dinero y gastarlo no es algo muy sagaz. Hacer esto es tener mentalidad de recurso finito, en el sentido de que se ve el dinero como un total del que se extraen pequeñas cantidades cuando se acaba.

Lo recomendable desde el punto de vista de la inteligencia financiera es tener activos. Es decir, convertir al dinero en una fuente constante de rentas. Esa es la habilidad para multiplicar el dinero y no solo acumularlo para gastarlo. 

Importancia de manejar la inteligencia financiera para invertir mejor

Importancia de Manejar la Inteligencia Financiera para Invertir
Atribución: Foto de Pixabay en Pexels, bajo una licencia CCO.

Nuestro tiempo es limitado.  Si queremos multiplicar nuestro dinero y no somos inversionistas profesionales, inclinarnos por las inversiones de bajo riesgo será lo mejor. A pesar de que debamos ser más pacientes y de que algunas rentabilidades no serán tan altas como lo serían si convirtiéramos nuestro dinero en capital de riesgo.

Ejemplo de inteligencia financiera 

Un inversionista quiere colocar dinero en un proyecto de inteligencia artificial porque piensa que el mismo podrá crecer a futuro.

Pero al hacerlo estará asumiendo un gran riesgo, ya que ese no es un sector que al día de hoy tenga probada su rentabilidad.

Mientras que alguien inteligente preferirá invertir en algo mucho más seguro, como la finca raíz; puesto que las inversiones inmobiliarias, aunque también riesgosas como cualquier negocio, son mucho más seguras y han sido probadas con el tiempo. Además, la inversión inmobiliaria nos da rentas al poco tiempo de adquirirlas, gracias al arriendo operativo. De esta manera, podemos empezar a amortizar nuestra inversión desde su mismo comienzo.

7 Principios básicos de la inteligencia financiera que guiarán el proceso de una inversión

1. Eficiencia en el manejo de recursos

A la hora de invertir con el concepto de eficiencia que se maneja en la inteligencia financiera, debes buscar inversiones que impliquen el menor gasto posible, no solo de dinero, sino también de tiempo y esfuerzo. 

Es el caso de la las inversiones inmobiliarias que, además de dinero, nos permiten ahorrar tiempo, porque podemos contratar a una empresa para que opere nuestra propiedad.

2. Protección

Más que un escenario para apuestas y especulaciones, el inversionista con inteligencia financiera ve las inversiones como una forma de hacer crecer su patrimonio, por ello no apuesta por modelos arriesgados sin comprobación.

3. Renta constante

Un principio de la inteligencia financiera apunta a convertir el dinero en activos, ya que estos, ponen dinero en tu bolsillo de forma regular.

Una buena forma de aplicar esto en las inversiones es buscar un tipo de activos de inversión que generen renta constante. 

4. Planificación financiera

No inviertas sin antes hacer un plan de finanzas. Hazlo creíble y racional. Pídele a alguien que lo lea y te dé un feedback. Invertir partiendo de un plan preconcebido es la mejor opción.

Así sabrás cuánto aportas, obligándote a analizar cada inversión con más cuidado. 

5. El ahorro es un ítem más

La renta de tus inversiones no es solo para gastarla. Sobre ella también debemos planificar. Al hacerlo es importante presupuestar el ahorro.

Tenerlo como otro ítem sobre el que toca hacer pagos permanentes con la renta de nuestras inversiones. 

6. Reinvierte y diversifica

No es inteligente tener un solo ingreso, incluso aunque sea un activo. Así como tienes que saber lo que harás con tus rentas e incluir allí el ahorro, también debes presupuestar tu reinversión. 

Así que pregúntate: ¿En qué reinvertiré el dinero obtenido? Lo ideal es optar por uno de los valores más antiguos en el campo de las inversiones: diversificar. 

Si inviertes en finca raíz, a partir de tu segunda inversión, apuesta por diversos modelos (departamentos familiares, tipo estudio, galpones, terrenos) y por varias ciudades.

La mejor parte es que puedes gestionarlo todo a través de una operadora inmobiliaria.

7. No confundas activos con pasivos

Es simple: un activo pone dinero en tu bolsillo; un pasivo, saca dinero de tu bolsillo.

Muchas personas creen que están invirtiendo porque tienen empresas improductivas o porque son propietarias de un apartamento. Pero si la empresa solo genera gastos, no es negocio; si la propiedad está deshabitada, tampoco es una inversión. Ambos son pasivos. 

Pon tu propiedad a generar renta y deshazte de las «inversiones» que no te estén generando ganancias. 

En Unika Promotora te brindamos toda la asesoría para ayudarte a tomar la mejor decisión de inversión.

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