Tips a la hora de delegar el negocio a los hijos

A cierta edad, ya no tienes la misma energía con la que empezaste como emprendedor de tu propia empresa y necesitas descansar. Sin embargo, aunque sabes que es momento de preparar a tu sucesor, cuesta delegar y dejar de tener pleno control sobre tu empresa familiar que, en cierta manera, también es como otro hijo. 

Lo cierto es que es necesario prolongar la vida de tu empresa y quién mejor que los hijos para heredar este patrimonio, fuente de estabilidad económica y calidad de vida generacional. Para ayudarte, te contamos sobre lo que debes tener en cuenta antes de ceder el control. 

La incorporación de los hijos en la empresa familiar

La incorporación de los hijos en tu empresa puede ser parte del protocolo familiar, pero, más que eso, es quizá el mejor regalo y herencia que les puedes dejar.

Esto te dará un alivio, pero el descanso no solo será porque sabes que tu negocio puede ayudar a tus siguientes generaciones a sostener una buena calidad de vida, sino también porque esto te permitirá descansar y disfrutar de tu tiempo de jubilación.

Principales cambios que se pueden producir en la empresa familiar

Para empezar, debes ser consciente que al delegar poder y liderazgo a tus hijos, van a transcurrir cambios sin siquiera proponértelo. Para darte un ejemplo, te presentamos a continuación algunos de los cambios que deben ocurrir en la transición del poder de ti hacia tu(s) hijo(s): 

Diseñar y presentar el protocolo familiar a tu sucesor, así como a los socios y colaboradores. Así creas conciencia de que el liderazgo va a cambiar de la cabeza tuya a la de tu(s) hijo(s). Claro está, mientras eso ocurre, el futuro líder tendrá un jefe, que serás tú directamente. 

Debes prepararte para ahora transmitir tu conocimiento a tu hijo, de manera que él pueda adquirir fortalezas y la visión que tú ya aprendiste tras todo el camino luchado. Aquí el cambio y crecimiento no solo lo debes fomentar en tus hijos, sino que tú también lo debes realizar para hallar la mejor manera de guiar a tu hijo y dejar que crezca. 

Reconoce que tu hijo debe hacer su propio camino, por el simple hecho de que es un ser independiente y único, al igual que cada una de las personas. En este sentido, puede haber controversias entre tú y tus sucesores.

Sin embargo, debes ser consciente de que cada uno tiene su estilo, modelo de liderazgo y proceso de toma de decisiones, y que justo así es como tu hijo podrá desarrollarse y ser reconocido como líder. 

Tips y recomendaciones para delegar la empresa familiar con éxito

Para que puedas delegar tu empresa a tus hijos sin mayores contratiempos y de una manera más natural para todos, te brindamos algunos tips que te ayudarán.

Entrena a tu hijo desde joven

Hay quienes permiten que sus hijos se involucren con la empresa familiar desde antes de empezar a ir a la escuela.

Según los expertos, esto es vital. La experiencia es la mejor maestra y, de cierta manera, inculcará en tus hijos el sentido de pertenencia y cultura empresarial hasta arraigarse en su actuar y pensar. 

Del mismo modo, para los socios y colaboradores no será difícil relacionar a tu hijo con el negocio. 

Hazlo empezar desde abajo

Hay quienes dicen que la mejor manera de involucrar y enseñar a tu hijo con el negocio es dejarlo que aprenda de la actividad de la empresa desde los cargos de la base, en operación o producción.

Por otro lado, hay quienes dicen que es bueno que empiecen desde abajo, pero no en la misma empresa, sino en otras que se dediquen a la misma actividad y que sean de mayor tamaño. 

Así, no solo tu hijo ampliará la visión del negocio, sino que aportará su experiencia y conocimientos en la empresa familiar. 

¿Tiene capacidad de liderazgo emprendedor?

Ahora, quién mejor que tú, como padre, para reconocer si en tu hijo están las cualidades de un líder y emprendedor. Encontrarlas en quien te va a relevar es importante, pues solo así tu empresa logrará evolucionar y mantenerse a flote, considerando que los tiempos cambian y que la empresa también debe hacerlo para subsistir, con la visión, pasión y esfuerzo, que solo los líderes emprendedores tienen. 

Acepta si un miembro de tu familia no es Apto para el puesto

De igual manera, tómate el tiempo para analizar si las habilidades y gustos de tu hijo dan para el cargo o no; porque puede ocurrir que el hijo que elegiste como sucesor no está hecho para asumir el liderazgo, lo cual es normal.

En ese caso, tendrías que revisar en qué área podría desempeñarse mejor y aportar a los negocios familiares. 

Evita el paternalismo empresarial

Ahora, no caigas en el paternalismo empresarial. Deja que se equivoque y levante solo, no lo justifiques ni le siembres la idea de que solo por el hecho de ser tu hijo podrá asumir tu rol. Debe esforzarse, prepararse y querer realmente ganar el liderazgo por mérito.

Si no demuestra que puede hacerlo, ¿Cuándo podrás realmente retirarte? No siempre vas a estar para decirle qué hacer o justificarlo, así que, nada de sobre proteger. 

Deja a un lado la centralización

Uno de los puntos más difíciles para ti, que has sido el creador de tu empresa y que la tienes organizada desde tu cabeza, es la de ceder el poder y el control.

Delegar es para muchos una dificultad; sin embargo, la mejor manera de hacerlo es ir soltando de a poco las responsabilidades e ir aumentando la cantidad y grado de confidencialidad y responsabilidad a medida que vas confiando por los resultados. 

Técnica infalible para delegar tareas 

Una técnica comprobada es la metodología de la baldosa, que consiste en recrear un juego en el que tu hijo tendrá solo una baldosa de todo el gran tablero que es tu empresa, para tener autonomía y realizar los movimientos con total libertad.

Esta baldosa, cargo o área a delegar tendrá algunas condiciones que cumplir:

1. El campo de decisión y actuación debe ser limitado y no poner en riesgo la totalidad del negocio. 
2. Debe ser trabajada por tu hijo en forma simultánea con la función que ejercía antes en tu empresa, de manera que sea vista como una prueba provisional y no como un examen definitivo. 
3. Debe ser una baldosa, función o área ya existente para poder medir el resultado; es decir, el antes y el después de su gestión.
4. Esta baldosa debe estar vinculada con el mercado y en contacto fuera de las paredes de la empresa. Esto le hará aprender sobre el negocio y a desarrollarlo.
5. La gestión de tu hijo debe seguir los lineamientos y limitaciones ya establecidas en la empresa, especialmente cuando de recursos se habla. La idea es que compruebe su efectividad optimizando los recursos ya existentes y maximizando, o por lo menos sosteniendo, los resultados ya conocidos en la función o baldosa asignada. 
6. Debe haber feedback e indicadores establecidos. Solo así podrás identificar qué tan bien le va a tu hijo y hacer las retroalimentaciones oportunas para mejorar. 

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